El diseño de packaging tiene una capacidad enorme de comunicación. Casi más que cualquier otro tipo de diseño. El diseño de una caja, blíster, etiqueta, envoltorio o sleeve, es capaz de comunicar qué clase de diseñador o estudio lo ha realizado. Es capaz de comunicar las bondades y características del producto que contiene. Te habla de su estatus social. Te cuenta el tipo de consumidor que lo comprará. Incluso un tipo de caja con su forma, sin apenas diseño gráfico, es capaz de contarte una larga historia. El diseño de packaging, es un gran comunicador.
De hecho puede ser muy creativo. Pero también existen seguimientos de línea destinados a informar y decorar por partes iguales a un consumidor de reposición constante. Esto sucede, por ejemplo, en los lineales de grandes supermercados, donde el diseño de consumo está muy enfocado a un target casero y familiar. Aunque en los últimos años, la tendencia se ha ido inclinando a favor de la creatividad y a una mayor presencia del diseño gráfico en todo su esplendor.
Es por ello que el mundo del packaging me parece fascinante. Bebidas, alimentación, electrónica, salud…. cualquier elemento te da la posibilidad, la oportunidad, de crear con formas, tintas, color, estampados o texturas. Un gozo para los sentidos.